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La Crisis de la Física Fundamental y la Necesidad de un Pluralismo Cósmico
El artículo explora una creciente sensación de estancamiento y ansiedad dentro de la física fundamental, a pesar de sus éxitos históricos. Los autores de libros de divulgación científica a menudo prometen revelar una realidad oculta y fundamental, dominio exclusivo de los físicos. Sin embargo, la física actual parece cada vez más alejada de la realidad…
El artículo explora una creciente sensación de estancamiento y ansiedad dentro de la física fundamental, a pesar de sus éxitos históricos. Los autores de libros de divulgación científica a menudo prometen revelar una realidad oculta y fundamental, dominio exclusivo de los físicos. Sin embargo, la física actual parece cada vez más alejada de la realidad que habitamos, fallando repetidamente en ofrecer una “física final” unificadora. Esto obliga a los físicos a considerar proposiciones cada vez más especulativas, difíciles de verificar empíricamente, lo que los lleva a repetir experimentos costosos con la esperanza de encontrar algo nuevo.
El autor, Adrien De Sutter Ph.D en sociología, un ex aspirante a físico teórico convertido, argumenta que la búsqueda de la unidad y la primacía de una realidad fundamental es una carga impuesta a la física por el mundo moderno, más que una prerrogativa única. Propone adoptar una comprensión más pluralista y matizada del cosmos, que acepte e invite la crítica de otras disciplinas y realidades.
La experiencia del autor observando a un grupo de investigación de materia oscura reveló una ansiedad generalizada en la comunidad de física fundamental sobre la falta de resultados significativos a pesar de décadas de esfuerzo y grandes inversiones. Esta situación se asemeja a conocer los detalles de las dunas de arena sin saber de qué está hecho un grano de arena, como se ilustra con el problema de la materia oscura, cuya existencia se infiere pero no se detecta. Problemas similares existen con la energía oscura y la inflación cósmica, lo que lleva al riesgo de una “física post-empírica”.
La física fundamental parece haber entrado en un período de estancamiento, con los experimentos recientes principalmente verificando teorías antiguas. La cosmología, a pesar de hablar de una “cosmología de precisión”, se basa en gran medida en especulaciones teóricas. Incluso el éxito del Modelo Estándar de física de partículas se considera una solución temporal, y los intentos de ir más allá, como el Gran Colisionador de Hadrones, no han arrojado las nuevas físicas esperadas.
Históricamente, la física ha aspirado a una “teoría del todo” que unifique todas las formas de conocimiento, posicionándose en la cima de la jerarquía científica y a veces descartando la filosofía y la religión. Esta visión se perpetúa en la literatura de divulgación, que presenta a la física como la clave para desvelar una realidad fundamental oculta.
El autor critica esta visión dualista de la realidad, influenciada por la alegoría de la caverna de Platón, que separa un mundo subjetivo de confusión del mundo natural objetivo. Esta “bifurcación de la naturaleza” lleva a privilegiar la realidad física abstracta sobre otras formas de realidad. Se argumenta que el éxito de la física en la interrogación del mundo no significa que el Universo sea fundamentalmente físico.
Se propone adoptar una perspectiva pluralista, inspirada en el pragmatismo de William James, que considere el mundo como “uno y muchos”, un “pluriverso” en constante devenir. Esto implica tomar en serio las realidades propuestas por otros conocimientos, prácticas y culturas, permitiendo que estas desafíen las propias concepciones.
El autor sugiere tomar en serio la posibilidad de otros mundos, no en el sentido de las especulaciones del multiverso, sino de las realidades que la física y el realismo moderno han descartado, como las creencias de los pueblos indígenas o las experiencias religiosas. Esto también implica cuestionar abiertamente las afirmaciones de la física y fomentar un diálogo más serio con otras disciplinas.
Se aboga por una física más humilde que invite visiones contradictorias y se involucre con otras prácticas, como la biofísica y la física del clima, que reconocen sus limitaciones. Incluso se sugiere considerar modos de conocimiento descartados como fantasía o historia para enriquecer la comprensión de la realidad. En última instancia, esto podría requerir abandonar el lugar privilegiado de la física como árbitro de la realidad, en busca de una realidad expandida que acepte y fomente la diferencia.