Convivencia Escolar

La oposición ha creado un nuevo término y concepto para calificar el acto de estrellar un ladrillo en la cabeza de alguien, patearlo en el suelo o rociar al prójimo con bencina: se trataría de un “grave problema de convivencia escolar”.
Así es como la comisión de educación del Congreso presidida por la eminente pedagoga y experta en la “paidea”, la señora Provoste, ha renombrado y calificado la iniciativa legal “Aula Segura” presentada por el gobierno -y con un 76% de apoyo en la población según las encuestas de opinión– para poner coto a la violencia extrema que algunos alumnos han desatado en varios colegios. El proyecto imponía a los directores de los establecimiento el deber del expulsar a quienes cometieran esos actos, castigo desde luego inferior a lo que los perpetradores merecerían, que es lisa y llanamente ser llevados a un tribunal por el delito de ataque con violencia, pero aun esa forma de lenidad disfrazada de severidad le pareció excesiva a la comisión. Esta sin duda será acompañada en dicho sentir por sus camaradas y compañeros en la sala. ¡No vaya a ser que esos luchadores sociales se enojen y los rocíen a ellos también por prestarse a las “medidas represivas” del gobierno!
El axioma – ya sea realmente creído o sólo pretextado por los miembros de la comisión– que apoya esas determinaciones se revela en otras expresiones usadas durante la discusión del proyecto. Se ha hablado de “acompañar” a los nenes que incurren en esas conductas como si se tratara de casos individuales de desórdenes de comportamiento, ignorando del todo que esas conductas se producen en el contexto de un colectivo adoctrinado, una acción política en su forma aunque sea absurda en su contenido. Quienes perpetran esos actos de violencia no lo hacen por evacuar una ira personal derivada de frustraciones o malos tratos sufridos en su infancia, sino como medios para imponer un fin, por ridículo e imposible o fantasioso que sea. ¿Pretende entonces la comisión que debe “acompañarse” a dicho colectivo, quizás llevándolo, al estilo chino, a un campo de “re educación”?
¿A qué se debe esa interesada ceguera? En parte, a la doctrina que ilumina a los honorables miembros de la comisión, desde cuya perspectiva la conducta de esos escolares es parte -aunque quizás distorsionada, podrían reconocer– del proceso de luchas sociales en el que ellos mismos están comprometidos. En parte también se trata de ponerle obstáculos al gobierno en todo lo que proponga e intente porque hace ya tiempo decidieron no darle ni la sal ni el agua, tal es su rabia por su derrota y tal es su ambición de regresar al poder y privilegio. Finalmente también juega en esto una serie de características personales de los miembros de la comisión, una de las cuales no es una inteligencia deslumbrante.
¿Se harán siquiera cargo de las consecuencias, esto es, de las conclusiones que van a sacar ests combatientes de 15 años ante esta nueva muestra de la fantástica impunidad que reina en Chile con sólo manifestar o fingir que se hace lo que hace “en el contexto” de las trasformaciones profundas? Es de dudarse. Los antecedentes de que dispone todo el país son de que, a la vista de un desastre, los responsables se hacen humo, se esconden en alguna ONG, se parapetan en un organismo internacional o simplemente entran a la clandestinidad mediática. El día que alguien arda por los cuatro costados como fruto de una nueva “acción revolucionaria” de los colegiales vestidos de overol blanco, nadie, de la comisión, dará explicaciones. Nadie tiene más capacidades de flotación política que un combatiente del progresismo. De ello es muestra la propia señora Provoste.
Efectivamente Fernando,con el triom que maneja la comision de educacion ,es muy poco lo que se pueda esperar..la “pobre mentalidad progre la lleva “, la prtegunta del millon ¿ como hacer menos ignorante al populacho?,con educacion escolar estamos fritos, con educacion familiar ,es dudoso…baste decir el tema de la familia disfuncional ,el % de matrimonios disueltos… en fin …lo veo dificil…. Saludos… muy bueno tu nuevo portal..
Claramente es una opinión aplaudida por los sofistas que existen entre nosotros, no sólo creen que el hombre es la medida de todas las cosas sino que creen que esas medidas son perfectas… pero no, la violencia es amoral no se puede aborrecer la violencia ejercida por estudiante y aplaudir violencia institucional.