De la desigualdad

“Desigualdad” es hoy en día una palabra obscena. Se la hace equivalente a todo lo que existe de opresivo, abusivo y repelente en este mundo. Se la hace sinónimo de la pobreza y se la considera lo mismo que la injusticia.
Más aun, se la concibe como “causa” de otros males como si, lejos de ser una relación entre cosas o atributos, fuera en sí misma entidad capaz de ejercer efectos. Y sin embargo “desigual” es sólo la expresión de una medida relativa, una relación entre entidades comparadas de acuerdo a un atributo común. Y en esa comparación la desigualdad es inevitable pues por lo general toda entidad es más grande o más pequeña que otra, más saludable o menos, más vigorosa o débil sin que eso entrañe por sí mismo una capacidad causal. Ser más grande puede estar correlacionado con algún otro atributo, pero no es su “causa”.
Cuando la desigualdad se aplica como vara de medida y se nos dice, por ejemplo, que tal o cual estrato es muchísimo más rico que otro, suele cometerse el pecado lógico de asumirse que, “por lo tanto”, ese estrato menos rico no sólo tiene menos que otro, sino además no tiene nada o muy poco porque ha sido objeto de una opresión que le ha quitado eso que tenía, se le ha “desposeído”. Entonces y al verlo de ese modo dicha desigualdad aparece como intrínsecamente injusta, situación nacida del abuso y la violencia. Por eso se asume automáticamente una equivalencia entre pobreza y desigualdad y entre esta última y la injusticia.
Desde luego ser pobre no es equivalente a ser el que tiene “menos” como tampoco tener más equivale a la riqueza. La pobreza es una vara de medida absoluta y la desigualdad es en cambio una vara relativa. Se encuentran, ambas varas, en dimensiones lógicas diferentes. Se es pobre si no se tiene una cierta cantidad absoluta de recursos; se es pobre si no se tiene suficiente para alimentarse debidamente, un techo, ropa, educación, tal o cual paquete de bienes según la época histórica, acceso a la salud, etc. Si se carece de dichas cosas se es más o menos pobre según el grado de esa carencia, pero NO SE ES pobre porque otro dispone de muchos más medios, si su residencia es más lujosa, si su ropa es más cara, si tiene no uno sino una flota de vehículos, si puede salir de vacaciones no a una modesta posada sino a un hotel cinco estrellas.
Cuando se nos insiste que la pobreza no es absoluta sino relativa y que, por tanto, una diferencia excesiva es una injusticia y convierte a los que tienen menos que otros en “pobres”, lo que se nos está pidiendo es que, del plano económico y material que mide el más o menos de recursos disponibles por la población, pasemos al plano “moral” o psicológico, que es donde en efecto opera la molestia, envidia y rencor por lo que otro tiene que nosotros no tenemos; se nos está pidiendo que evaluemos el progreso de una sociedad por el grado de negativa satisfacción que obtengan “los de abajo” si se les quita algo o todo a los “de arriba”, o, como recomendó hacer el candidato de la Nueva Mayoría en la pasada elección, si se “le mete la mano al bolsillo a los ricos”.
En otros casos cuando se lleva a cabo dicha equivalencia falaz entre desigualdad y pobreza y hasta miseria se está asumiendo que la sociedad dispone de un paquete fijo de recursos, razón por lo cual se aplicaría entonces el principio “suma-cero” en virtud del cual necesariamente lo que yo tengo de más supone lo que tu tienes de menos. Es un principio que opera con un grado de validez en el caso de la economía de casi todas las sociedades previas a la revolución industrial, todas ellas basadas en un 95% o más en la agricultura, la cual, por su parte, no crecía debido a la inercia tecnológica y a la ínfima porción de excedentes que producía, pero ese no es el caso en la actualidad. Las economías modernas crecen y al hacerlo TODOS los segmentos se benefician y por tanto no se aplica el manoseado y falso aserto de que a medida que pasa el tiempo “los pobres son más pobres y los ricos más ricos”. Todas las cifras de ingresos per cápita de todas las naciones del orbe así lo demuestran. El hecho es que cuando la economía crece los ricos se hacen más ricos, pero los pobres se hacen menos, no más pobres. Si crece la desigualdad relativa entre el que tiene más y el que tiene menos no por eso el que tenía menos ha sido desprovisto de lo que antes tenía. Es sencillamente una cuestión de distintas velocidades de crecimiento o enriquecimiento.
Tampoco la desigualdad equivale a la injusticia. El universo mismo está constituido sobre la base de la diferencia y la desigualdad. Desde las estrellas hiper gigantes y las galaxias hasta los átomos, todo es distinto, mayor o menor, grande o pequeño, hecho de infinitas maneras en medio de una infinita diversidad de cantidad y calidad en la composición de la materia y es esa interacción entre incontables “desigualdades” que consiste la dinámica del cosmos. Un universo absolutamente “igualitario” es equivalente a la igualación concurrente con el enfriamiento absoluto, a la muerte. En el caso de las sociedades, la desigualdad en el tener y en cualquier otra variable que se use para medir la diferente suerte de clases, grupos y personas es fenómeno tan natural como el del cosmos; por eso precisamente se observa su aparición y existencia en TODO sistema social que jamás haya existido en este planeta, incluyendo sociedades primitivas que sólo en la mitología doctrinaria aparecen como partícipes del “comunismo”. La única igualdad posible es la que existe en casos de extrema pobreza de la sociedad entera. Una sociedad arruinada por una peste, una guerra o un desastre natural llega a la “igualdad” porque no queda nada que pueda distribuirse desigualmente.
Más aun, la desigualdad aparece con más fuerza cuando una sociedad abandona el estado de cuasi naturaleza de su etapa meramente agraria. Es un hecho empírico constatado en todos los casos que han sido examinados. Igualmente ha sido observado que, como regla, pasado cierto nivel de crecimiento la desigualdad disminuye, aunque para luego volver a aumentar si una revolución tecnológica importante abre nuevas avenidas en las que algunos tendrán mayores capacidades y oportunidades para enriquecerse que las del individuo promedio. En todos los casos, sin embargo, es la sociedad en su conjunto la que se enriquece y beneficia. ¿Es más pobre y está “desposeído” el lector que consume varios libros al año porque Jeff Bezos, el creador de Amazon, sea cada vez más rico? ¿¿Ha empobrecido a las masas el que los mayores accionistas de Apple sea aun más ricos mientras lo proveen a usted de cada vez mejores Iphones?
Estoy de acuerdo con igualdad de oportunidades, no de resultados. Por ejemplo, todo el tema de las becas para que las mujeres estudien ingeniería, como si hubiera algún tipo de selección por género en primer lugar, intentando forzar una igualdad que no es natural me parece irrisorio. Lo mismo con las cuotas para esto y aquello hasta el cansancio.
A estas alturas todos hemos tenido algún profesor que no estudió pedagogía por vocación, sino por una beca irónicamente llamada “vocación”, pero se nota cuando alguien no hace algo por gusto. Y eso afecta a sus estudiantes a mediano y largo plazo.
Tuve compañeras en ingeniería, eran pocas pero son buenas en lo que hacen, y entraron porque les gustaba la ingenería, no por llenar cupos de género para forzar una igualdad de forma artificial. Algo que está pasando en casi todo el espectro, incluso en las artes (conciertos, festivales, etc)
Si Juan gana 250.000 $/mes y Carlos gana 5.000.000 $ /mes
Hay 2 miradas para lo anterior…
1) Un envidioso podría decir : Ufff que grosero, que desigual, que injusto : Carlos gana 20 veces más que YO…
2) Alguien “más razonable” , más individual… que no vive comparándose con el resto, puede reflexionar:
Que lata, que desgracia “tener un sueldo tan malo” y que no me alcanza para comprar mis cosas ( alimentación ropa, educación de hijos, etc).. Es decir, “soy muy pobre”
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El pensamiento “Nro 2” es el correcto y es el que obviamente quiere atacar Piñera.
Es decir, el problema “Es la Pobreza” ¡!!!
La desigualdad NO TIENE Nada que ver en esto!!
Una explicación trivial es la siguiente :
Si Luis gana 3.000.000 $/mes y Pedro gana 60.000.000 $ /mes
Pregunta ; Le preocupa a Luis que Pedro gane 20 veces más que el ?
No, no le importa ¡!!
Y Si Luis gana 8 millones al mes y Pedro gana 160 millones al mes
Menos aún le importa !!
Y sin embargo, la desigualdad ES EXACTAMENTE LA MISMA ¡!! ( 20 veces)
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Luego, siguiendo el mismo razonamiento anterior “La izquierda lo usa deliberadamente al revés”
Es decir, elige un individuo que gana muy poco y lo compara con un super rico y acto seguido pone la ecuación manipuladora Y = 100X
Y listo declarada “La verdad”, declarado el “síntoma” y declarado “el mal” ( la enfermedad)
Estamos frente a un caso “de desigualdad” ESA y no otra es la enfermedad…. Y listo se lanzaron a buscar “remedios” para “esa” enfermedad ¡!!
Pero resulta “que ese burdo médico de izquierda” es muy mal médico ¡!!
Hizo un mal diagnóstico!! : La desigualdad jamás fue la enfermedad/problema.
El problema es la “Pobreza” y en ese caso el remedio es otro ( Trabajo, crecimiento económico, etc)
Entonces, la desigualdad que vocifera la izquierda es simplemente una “manipulación” hacia las personas más humildes que lamentablemente caen en estas “manipulaciones de la izquierda” y logran que una gran masa de ciudadanos voten por ellos ( porque básicamente No piensan sino que actúan por emociones) y de pasadita reviven “la envidia” la “lucha de clases” el resentimiento, etc,etc ( males endémicos de siempre de la izquierda y su mediocridad de siempre)
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Buen momento para recordad al destacado pensador Gonzalo Fernández de la Mora con su libro
“La envidia igualitaria”
el mal de nuestro tiempo: rechazar mérito y excelencia
Autores:
Fernández Mora, Gonzalo
https://www.marcialpons.es/libros/la-envidia-igualitaria/9788496840515/
Me parece un análisis muy acertado y razonable, no sé por qué le cuesta tanto a algunas personas adherir a este concepto. Todo ser vivo es único y cuenta con distintos recursos, esto es más notorio en especies distintas, no obstante existen diferencias entre individuos de la misma especie también. Cada uno perseguirá sus fines utilizando a su favor los recursos de que dispone. La misma naturaleza intenta compensar algunas falencias desarrollando otras fortalezas, como las personas que perdieron la visión pero que agudizan otros sentidos. No puedes pedir que todos tengamos los mismos resultados, porque no todos tenemos los mismos fines ni los mismos recursos, es más, va contra la evolución y el desarrollo ya que es bien sabido que la necesidad (carencia) es lo que impulsa la innovación.
Buen momento para recordar a la destacada columnista del WSJ Mary Anastasia O’Grady que en el año 2014, a solo 4 meses de iniciado el gobierno de Bachelet, advirtió exactamente lo que ocurriría : un desastre económico
Fue invitada a Chile y advirtió todo, pero el grupito de izquierda – irresponsable – siguió hacia adelante.
Algunos Clips de lo que dijo Mary Anastasia O’Grady el 2014
http://s2.pulso.cl/wp-content/uploads/2014/05/1937641.pdf
La idea de poner *toda la atención en la diferencia* entre el que gana más y el que gana menos es un error
GOBIERNO BACHELET : “No tengo duda de que el mensaje de este gobierno es profundizar
el populismo de izquierda”
AMÉRICA LATINA : “El populismo de izquierda es lo que hace que Brasil, Argentina, Venezuela y Bolivia sean tan pobres”
INVERSIÓN : “Los impuestos al capital son muy peligrosos porque el capital es lo que el país necesita para desarrollarse”
LUCHA DE CLASES : “Si mi único objetivo es asegurarme de que las personas que ganan más que yo bajen a mi nivel, eso es envidia y también contraproducente.
Mark Sheskin lo resume así “La gente prefiere una desigualdad justa a una igualdad injusta”. Igualdad + injusticia= riesgo de colapso
Excelente su análisis don Fernando. Qué bueno que estas columnas de opinión, además de los videos existentes en youtube están permitiendo que muchas personas en Chile despierten sus aletargadas conciencias y salgan del engaño que el populismo anacrónico de la izquierda ha inyectado en las mentes de tantas personas en la sociedad latinoamericana en general, me alegro que esto esté siendo revertido, por eso análisis como estos son un tremendo aporte.
Interesante punto de vista. Hay que agregar que las desigualdades económicas están directamente relacionadas con el Capital, concepto que usted definió muy bien en un video. Cada persona posee un capital sea humano, material o en dinero, el cual administramos. Las personas ricas poseen y administran capitales de tamaño relevante, capaces de mover un país en algunos casos; mientras que los mas pobres, solo poseen capital humano, ellos mismos, que al sumarle una deficiente educación y cultura, se transforman en capital ínfimo en valor que muchas veces se desperdicia. La desigualdad no es el problema, el tema es hacer crecer el primer capital que poseemos todos al nacer, uno mimo.